EL SISTEMA INMUNOLÓGICO

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¿Qué es el sistema inmunológico?


El sistema inmunológico, también llamado inmune o inmunitario, básicamente son tus defensas. Es el ejercito que tienes para luchar contra los ataques de los malos, como los patógenos, los virus o las bacterias que nos causan las enfermedades.

La palabra INMUNE viene del latín; "MUNE" significa fortificar o reforzar y "IN" es un prefijo que significa interior, así que literalmente INMUNE significa "internamente protegido".

La función del sistema inmunitario es defensiva, trabaja para defender y eliminar del organismo las agresiones y sustancias extrañas que invaden el cuerpo.


Tiene 2 formas de realizar dicha defensa:

  1. A través del individuo y su entorno.
  2. Distinguiendo lo que puede ser dañino o innocuo para el organismo.


Diferentes tipos de inmunidad

Todos tenemos 3 tipos diferentes de inmunidad, te las resumo a continuación:


Inmunidad Innata

Es con la que nacemos, todo ser humano nace con un tipo de protección general y natural. Por ejemplo la piel, que actúa como barrera de protección para que los gérmenes no entren en el cuerpo. El sistema inmunitario es capaz de reconocer los invasores que pueden ser peligrosos.



Inmunidad Adaptativa

Es la que se desarrolla a lo largo de la vida. Lo hace cuando el organismo se va exponiendo a enfermedades o cuando se inmuniza de ellas a través de las vacunas.




Inmunidad Pasiva

Esta inmunidad es un tipo de protección que la podemos definir como "prestada" de una fuente externa y es de breve duración. Por ejemplo los anticuerpos que contiene la leche materna que proporcionan al bebe una inmunidad temporal contra las enfermedades expuestas de su madre.



El sistema inmunitario tiene barreras de protección, las cuales te protegen de patógenos extraños. Las barreras principales de protección son:


  • En primer lugar LA PIEL la cual está llena de bacterias buenas que te ayudan en la protección contra los patógenos. La piel también tiene una capa de grasa protectora y el PH ácido lo cual también es protector.
  • En segundo lugar está EL REVESTIMIENTO MUCOSO del intestino y de las vías respiratorias, por ejemplo mediante las cavidades nasales se capturan y eliminan partículas extrañas o bacterias lo cual es una importante barrera de protección.
  • En tercer lugar tenemos LA INFLAMACIÓN que aparece en los tejidos lesionados, ya sea por traumatismos, toxinas, calor o cualquier otra causa. La inflamación ayuda a aislar la sustancia extraña del contacto posterior a tejidos corporales.



¿Cómo trabaja el sistema inmunitario?

Las principales células del sistema inmune son los GLÓBULOS BLANCOS y estos trabajan de distintas maneras, unos atacan directamente a las bacterias o patógenos extraños que entran en el cuerpo y otros trabajan unidos para ayudar a las células del sistema inmune.



Los glóbulos blancos, conocidos también como leucocitos, se fabrican, se almacenan y maduran en
diferentes partes del cuerpo, como el timo, el bazo, la médula ósea o los ganglios linfáticos, entre otros. Estos glóbulos pueden ser de varios tipos y cada uno ataca al “enemigo” de una manera distinta, complementaria entre sí.


En general, ante la presencia de sustancias desconocidas, los glóbulos blancos se desplazarán de manera coordinada a través de los vasos sanguíneos y linfáticos a la parte del cuerpo afectada con el fin de combatir la amenaza.

Los glóbulos blancos producen enzimas para ayudar a descomponer y destruir las bacterias dañinas, además estos también generan moco e inflamación por lo que los patógenos quedan atrapados en esta red de moco.

Nuestro sistema inmune tiene memoria y los glóbulos blancos que recuerdan ese patógeno en concreto producen más rápido, en más cantidad y de mejor calidad los anticuerpos específicos que se requieren; es decir, producen una especie de “superanticuerpos”. De esta forma, si vuelve a presentarse el mismo agente infeccioso, estaremos preparados para combatirlo y nuestro sistema inmune dará una respuesta mucho más inmediata y eficaz.

Para hacerse más fuerte, el sistema inmune debe estar expuesto a las bacterias. Por este motivo, no es nada recomendable dejar a los niños en ambiente muy estéril, porque el contacto con las bacterias es una parte natural de la construcción del sistema inmunitario.



¿Qué ocurre cuando el sistema inmune falla?

Cuando se produce un fallo en la respuesta del sistema inmunitario contra los patógenos, suele ser de origen desconocido y puede provocar distintas enfermedades como:


Trastornos alérgicos

En una persona alérgica, se produce una respuesta inmunitaria desproporcionada a sustancias que llegan del exterior (alérgenos), aunque para cualquier otra persona sean inofensivas. Por ejemplo, la alergia a los frutos secos, a los ácaros o al látex. Algunos de los posibles síntomas que componen esa respuesta del sistema inmunitario son: inflamación, estornudos, tos, asma, lagrimeo, picor...


Enfermedades por deficiencia inmunitaria

Estos trastornos se producen cuando faltan uno o varios de los componentes que forman el sistema inmunitario o no funcionan adecuadamente. Pueden ser enfermedades de nacimiento, conocidas como inmunodeficiencias primarias. Y también puede tratarse de una inmunodeficiencia adquirida tras contraer una enfermedad como el SIDA; provocada por algunos problemas médicos (desnutrición o quemaduras); o como consecuencia de la utilización de algunos fármacos, como los que se emplean en la quimioterapia y los que toman las personas trasplantadas para reducir el riesgo de rechazo, ya que estos medicamentos pueden impedir que el sistema inmune desempeñe con efectividad sus funciones protectoras.


Enfermedades autoinmunes

En este caso, el sistema inmunitario ataca nuestras propias células y tejidos, aunque estén sanos, al confundirlas con cuerpos extraños. Existen más de ochenta patologías de este tipo distintas, sin que se conozca la causa de la mayoría de ellas. Algunos ejemplos son el lupus, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, muchos trastornos de la tiroides, algunos tipos de anemia, la psoriasis, etc.


Cánceres del sistema inmunitario

Algunos tipos de cánceres pueden afectar a las células y tejidos que componen el sistema inmunitario, como es el caso de la leucemia o del linfoma, que afecta al tejido linfoide, uno de los cánceres más comunes en la infancia.


El sistema inmunitario en los niños

El desarrollo del sistema inmunológico durante la primera etapa de vida es una importante base para el futuro saludable del niño. La respuesta inmunológica del ser humano se desarrolla principalmente durante los tres primeros años de vida. Durante este tiempo, se debe promover el desarrollo de un fuerte sistema inmunológico a través de una dieta adecuada, un buen descanso y el fortalecimiento de su sistema neuro-emocional. 


Un sistema inmunológico bien equilibrado reduce el riesgo que los niños tienen de contraer alergias y ser susceptibles a infecciones. Además, los protege contra enfermedades autoinmunes.

En la primera infancia, el cerebro de los niños es particularmente sensible al ambiente que los rodea, sus experiencias tempranas y la contención afectiva recibida de su entorno influenciaran en el desarrollo de su cerebro, y de las capacidades mentales que lo acompañarán en el resto de su vida.

Fomentar en los niños la resiliencia es fundamental para su desarrollo cognitivo y emocional. Estar atento a lo que el niño necesita, proponerles actividades de exploración y lúdicas que les permitan conocer e interactuar con el mundo, acompañándolos en este proceso pero respetando su autonomía e independencia, es fundamental.

El sueño es un componente vital para el equilibrio biológico de los más pequeños ya que ayuda a la restauración energética y anímica. En ese sentido, para lograr niveles de inmunidad y protección natural adecuados, y más aún en tiempos de crisis y aislamiento social frente a un nuevo virus, un niño de un año debe dormir entre diez y doce horas diarias, mientras que los mayores a 24 meses aproximadamente diez horas por día.

En cuanto a la alimentación, una dieta variada en nutrientes tiene un gran efecto en el desarrollo inmune de niños. Los principales nutrientes y vitaminas que colaboran en el fortalecimiento de la inmunidad son los prebióticos encargados de beneficiar a las bacterias presentes en el intestino, que están presentes en alimentos como las bananas, cebollas, tomates, espárragos y componentes integrales. El hierro, además de su rol clave en la formación de la hemoglobina, contribuye al desarrollo cognitivo normal. El zinc, presente en alimentos como carnes, leche, queso y huevo, contribuye a la creación de células nuevas y enzimas necesarias. Por último, las vitaminas C, D y A cumplen un papel muy importante en la función inmunológica, el crecimiento y la defensa de los niños contra las infecciones.


Nutrientes esenciales

Vamos a hablar de los nutrientes vitales para mantener el sistema inmunológico realmente fuerte.

VITAMINA C, esta vitamina tiene el poder de estimular la producción de glóbulos blancos y la encontramos en alimentos como los pimientos, las bayas, las naranjas o las verduras de hoja ancha.


VITAMINA D, es inmunomoduladora y realmente es un factor hormonal que controla tu sistema inmunitario. La función de la vitamina D es muy importante, su función no es solamente la producción de hueso, se une a un receptor específico que se encuentra en diferentes tejidos y en el sistema inmune.


VITAMINA A, esta vitamina proporciona la integridad estructural de las células de la mucosa del sistema respiratorio. La Vitamina A la encontramos en el aceite de bacalao, yema de huevo y mantequilla.


ZINC, es el oligoelemento mas importante para el sistema inmunológico. El zinc está presente en todas las células del organismo e interviene en mas de 300 reacciones enzimáticas. Además el zinc ayuda al sistema inmunitario a combatir las bacterias que invaden el organismo.


PROBIÓTICOS, el intestino es el causante de la sensibilidad alimentaria, enfermedades autoinmunes y sistema inmunitario débil. Es importante consumir alimentos o suplementos ricos en probióticos ya que son bacterias buenas que ayudan a estimular los nutrientes que estimulan la desintoxicación del colon.


ECHINÁCEA, los componentes químicos de la echinacea son potentes estimulantes del sistema inmunológico. Se ha descubierto que los beneficios mas significativos de la echinacea son sus efectos cuando se usa en infecciones recurrentes y sus efectos preventivos aumentan cuando se usa para prevenir el resfriado común.


ALOE VERA, gracias a sus mas de 250 principios activos en los que encontramos vitaminas, enzimas, oligoelementos y polisacáridos, el Aloe Vera se convierte en un gran ayudante para tener el sistema inmune alto.


EJERCICIO, la actividad física en la rutina diaria es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico.




Puesto que solamente con la alimentación es muy difícil mantener un sistema inmune totalmente fuerte, en la actualidad existen suplementos alimenticios totalmente naturales que nos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario de manera rápida y eficaz.

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